El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó a varios dirigentes sindicales obreros de cometer una serie de actos violentos y de comportarse como miembros de un partido político de la oposición.
Este viernes se cumplieron cinco días de iniciada la huelga de la Central Obrera Boliviana (COB), que demanda mejoras en las pensiones de jubilación.
Morales anunció que la oferta presentada por el gobierno boliviano a la organización sindical no cambiará.
El presidente boliviano explicó que ya no existe más margen de negociación porque sería poner en riesgo el sistema de pensiones. “Digan lo que digan, hagan lo que hagan los dirigentes de la COB, ya no hay más margen”, señaló Morales.
Durante la huelga obrera, uno de los actos más violentos fue la explosión de una carga de dinamita en el puente Caihuasi, por parte de un grupo de trabajadores mineros huelguistas, lo cual provocó la molestia del presidente Morales.
“Me desmoraliza seguir nacionalizando nuevas empresas mineras para que después los trabajadores las lleven a la quiebra o acaben destrozando puentes”, expresó el presidente boliviano.
El mandatario afirmó que si la Central Obrera Boliviana (COB) se ha convertido en un partido político, “entonces habrá que tratarlo como oposición”.
Estas declaraciones provocaron la molestia de los dirigentes de la COB que tomaron la decisión de suspender el diálogo y las negociaciones con las autoridades gubernamentales. (PULSAR)
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