La destreza de las mujeres indígenas de Cochabamba con los tejidos es su esperanza de supervivencia. Una organización de artesanos y artesanas andinas impulsa la comercialización de sus productos.
Las comunidades andinas de Cochabamba son reconocidas y valoradas por la calidad y tradición milenaria de sus tejidos.
Mujeres y varones son verdaderos artistas al frente de los telares manuales construidos por ellos mismos. Cada tejido, de lana de oveja y alpaca sobre todo, expresa los sentimientos y vivencias del autor.
Los tejedores trabajan en sus hogares. Allí tiñen las lanas con colorantes naturales hechos con hierbas de su entorno y diseñan las prendas.
La mayor parte de la producción se destina a uso familiar y su comercialización hasta ahora es limitada. Pero la situación mejoró con el surgimiento en 2005 de una Asociación de Artesanos Andinos, con 200 miembros, 90 por ciento mujeres.
Esta organización cuenta con una tienda en la capital departamental y vende parte de la producción en Estados Unidos y Europa.
Además, un nuevo proyecto de tejidos nativos comenzó a desarrollarse en febrero en 7 municipios de cuatro provincias de Cochabamba, en la llamada franja andina del departamento.
Son provincias rurales, quechuahablantes y escasamente pobladas. En esta zona entre 98 y 99 por ciento de la población vive en condición de pobreza y carece de servicios básicos.
El proyecto cuenta con un presupuesto equivalente a 170 mil dólares para el 2012 y el próximo año. Inicialmente beneficiará a 555 mujeres.
Los recursos son aportados en 75 por ciento por la gobernación regional, 20 por ciento por los municipios y cinco por ciento por las comunidades. Es para garantizar la sostenibilidad y evitar el asistencialismo.
El proyecto incluye la asistencia técnica para rescatar las prácticas ancestrales, contempla la dotación de insumos a las comunidades para la producción de los tejidos y la identificación de mercados para comercializarlos.(PÚLSAR/IPS)
Jenny Cartagena/al