La Unión Nacional de Organizaciones Rurales Campesinas Autónomas (UNORCA) se mantuvo durante diez días en protesta contra los transgénicos en la capital mexicana.
Los campesinos, procedentes de 22 estados de México, realizaron un plantón en frente del monumento Ángel de la Independencia, en pleno centro de la ciudad, y alertaron sobre los peligros de la siembra de semillas genéticamente modificadas. Exigieron una postura responsable por parte del gobierno federal.
El movimiento vigila desde hace más de una década los experimentos de Monsanto con relación a la manipulación genética del maíz y alerta sobre los peligros que puede traer, tanto para la salud, como para la soberanía alimentaria de los pueblos.
El plantón contó con el apoyo de varias organizaciones como la Central Campesina Cardenista, la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras, la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas (CODUC) y la Vía Campesina Internacional, que informó el próximo envío de oficios al presidente Enrique Peña Nieto y el gobierno del Distrito Federal.
Con esta movilización, la UNORCA busca lanzar un alerta a una situación que afecta a todos los mexicanos, una vez que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) concedió permisos para que se lleven a cabo en México siembras pilotos por parte de Monsanto.
Se habla de 1 millón 100 mil hectáreas destinadas para este fin, 700 mil de ellas en el estado norteño de Sinaloa y alrededor de 400 mil en el estado de Tamaulipas, ubicado también al norte del país.
La previsión de la UNORCA es que esta cuestión sea manejada hasta la primera quincena de febrero, motivo por lo cual decidieron adelantarse a los acontecimientos e instalar en plantón con el fin de informar y alertar al pueblo mexicano del problema. (DESINFORMÉMONOS: PERIODISMO DE ABAJO, PÚLSAR)