El líder indígena amazónico peruano Alberto Pizango Chota denunció que los dirigentes indígenas están siendo víctimas de persecución por parte de las autoridades políticas y judiciales del Perú.
Pizango y 53 dirigentes indígenas han sido acusados judicialmente de ser los responsables de los enfrentamientos con la Policía que se produjeron en junio del 2009 y que provocaron la muerte de 34 personas, entre efectivos policiales e indígenas. A este hecho se le conoció como la “Masacre de Bagua”.
El Ministerio Público ha pedido 35 años de prisión para los acusados, sin embargo Alberto Pizango, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, Aidesep, reafirmó su inocencia y pidió que se busque y sancione a los verdaderos responsables.
“Los pueblos indígenas queremos que se haga justicia y que se llegue a la investigación. Se debe sancionar a los responsables y no solamente actuar como si hubiera una cacería de brujas contra los dirigentes”, expresó el líder indígena. Afirmó que las acusaciones no tienen argumentos técnicos y legales.
El presidente de Aidesep denunció que los dirigentes indígenas están siendo perseguidos por las autoridades debido a que reclamaron su derecho a decidir sobre el destino de sus territorios. En junio del 2009, las organizaciones indígenas realizaban una protesta contra el gobierno peruano por haber violado el derecho de las comunidades a ser consultados sobre el uso de sus territorios. Los indigenas rechazaban la concesión de sus territorios a empresas extractivas.
Pizango explicó que la “Masacre de Bagua” ocurrió porque el entonces presidente Alan García y la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, ordenaron la represión contra la protesta indígenas. Pidió que las ex-autoridades sean llamadas a juicio porque serían los verdaderos responsables de la operación policial que provocó los enfrentamientos. (PULSAR)