El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador rechazó las declaraciones realizadas por el embajador de Estados Unidos en el país, Adam Namm, quien criticó la aprobación de la discutida Ley de Comunicación por parte del congreso ecuatoriano.
Hace unos días, el embajador norteamericano expresó que la nueva Ley de Comunicación provocaría que la situación de la prensa ecuatoriana se vuelva “delicada”.
De igual manera, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki, opinó que su país “está preocupado por la aprobación de una Ley de Comunicación”. Dijo que la norma “podría restringir la libertad de prensa y limitar la habilidad de los medios independientes de ejercer sus funciones”, expresó el funcionario del gobierno del presidente norteamericano Barack Obama.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, le increpó al embajador de Estados Unidos que antes de hablar de la Ley de Comunicación de Ecuador y de libertad de expresión, primero que le pida al gobierno de Estados Unidos que firme algún instrumento sobre derechos humanos del sistema interamericano.
“Ecuador ha firmado todos los pactos de derechos humanos y Estados Unidos no ha firmado ninguno. Así que un poquito de decencia, por favor”, pidió el presidente Correa.
Mediante un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador argumentó que la preocupación del Departamento de Estado norteamericano son “infundadas y no se ajustan a la realidad que impera en Ecuador”.
La Cancillería ecuatoriana afirmó que “la libertad de expresión es parte esencial de la democracia ecuatoriana”. También invitó al gobierno de Estados Unidos a estudiar el texto completo de la Ley de Comunicación, “antes de emitir juicios de valor sobre el mismo”.
El gobierno ecuatoriano le recordó a Estados Unidos que no debe realizar una “injerencia en los asuntos internos de otros Estados”. (PULSAR)