Ante el reciente surgimiento de grupos de autodefensa en distintos estados de México, autoridades y expertos los han rechazado de manera tajante ya que aseguran, se encuentran fuera del marco legal mexicano.
A pesar de que la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de Seguridad mexicana tienen ubicados a estos grupos, de enero a la fecha han surgido al menos 14 grupos más de civiles armados en los estados de Jalisco, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Michoacán. En este último estado se han contabilizado 44 grupos de autodefensa, también denominados policías comunitarias.
En febrero pasado, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, reiteró que el Estado mexicano “no está de acuerdo con el establecimiento de grupos de autodefensa” en el país.
A su vez, el encargado de la Comisión Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, cuestionó las intenciones de estos grupos de civiles, aunque aseguró que estos están contabilizados por las autoridades mexicanas, así como el armamento que poseen.
Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), se sumó también al rechazo de estos grupos y al hecho de “hacer justicia por propia mano”, ya que asegura, viola la Constitución mexicana.
Según la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), nacida en el estado sureño de Guerrero, los primeros grupos de autodefensa o policías comunitarias surgieron hace 17 años debido a la “la ineficacia y la corrupción del sistema de seguridad pública del Estado mexicano”.
Los grupos de autodefensa, conformados mayormente por indígenas y campesinos, se han manifestado en distintos estados del país en los últimos meses para enfrentar la violencia que se ha incrementado debido a la presencia de cárteles de narcotráfico en México y los altos índices de impunidad. (PÚLSAR)