Estudios realizados por la ONG internacional Global Witness señalan al Perú como el cuarto país en el mundo donde se producen más muertes de defensores ambientales.
Antes están países como Brasil, Honduras y Filipinas.
En el documento titulado “El Ambiente Mortal de Perú”, precisan que entre los años 2002 y 2014 fueron asesinados 57 activistas.
Esto se debería a la falta de atención del gobierno para resolver los problemas de tala ilegal y la inseguridad en torno a la propiedad de las tierras comunales.
El estudio de la ONG inglesa también señala que el aumento de la ilegalidad, la corrupción y las debilidades institucionales en todo el sector forestal hacen que el Perú se enfrente a una desalentadora lucha para superar esta situación.
Global Witness recomienda al gobierno peruano implementar y respetar las disposiciones que contiene la declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Uno de los asesinatos recientes que causó mayor conmoción fue la del dirigente indigena Edwin Chota y de otros líderes ambientalistas.
Las viudas de los cuatro líderes indígenas de etnia asháninka asesinados en la selva por presuntos madereros ilegales llevan tres meses a la espera de recuperar los restos de sus maridos.
“Los madereros brasileños están vigilando y se quieren vengar más de nosotros. No entienden que, cuando cortan un árbol, matan nuestra vida”, lamentó la ambientalista Ergilia Rengifo.
El único investigado por la Tercera Fiscalía Penal Corporativa de Coronel Portillo (Ucayali) como autor intelectual del asesinato de los dirigentes asháninka, José Carlos Estrada Huayta, se encuentra con paradero desconocido y con orden de búsqueda y captura. (Pablo Florencio Salazar – Agencia Púlsar)