La comarca Ngäbe-Búgle reclama que la Corte Suprema anule la aprobación de ese estudio.
El Movimiento 10 de abril junto a otras organizaciones señala que el estudio aprobado no fue consultado con las comunidades indígenas que habitan esos territorios.
Se trata del estudio de impacto ambiental aprobado para el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, anclado en el río Tabasará.
La obra lleva actualmente un 64% de avance. Por esto, estaba planificado que el 17 de febrero el ingreso a las tierras comarcales de acuerdo a procedimientos dictaminados por la Autoridad de los Servicios Públicos (ASEP).
Son alrededor de 6 hectáreas anexas de la comarca las que se verán afectadas, especialmente las comunidades del Kiad y Nuevo Palomar.
Las organizaciones ambientales panameñas señalan que el foro público realizado antes de la aprobación del estudio no involucró a la administración regional de la comarca Ngnäbe-Búgle.
El Movimiento 10 de abril señaló también que los procesos de consulta incumplieron con los estándares internacionales establecidos por la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas cuando estos se puedan ver afectados por proyectos de desarrollo a gran escala.
Además, indicó que la consulta se llevó a cabo en un área no comarcal, en idioma español y sin tomar en cuenta las características culturales propias de los asistentes al foro público.
Ante esta situación el Movimiento 10 de abril presentó una demanda de nulidad de la aprobación de dicho estudio de impacto ambiental.(PÚLSAR/RADIOTEMBLOR)