Continúa la polémica en Ecuador por la posible explotación petrolera del Parque Nacional del Yasuní. Este fin de semana, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, criticó a varios países por no colaborar con la iniciativa ambientalista de proteger el Yasuní.
Esta iniciativa consistía en detener la explotación petrolera en dicha zona y evitar la emisión de 400 millones de toneladas de dióxido de carbono, uno de los gases responsables del calentamiento global. En compensación, el gobierno ecuatoriano pidió a varios países la suma 3 mil 600 millones de dólares, durante los siguientes 12 años.
Según Correa, los gobiernos de Estados Unidos, Alemania y otros países del Medio Oriente, “no querían colaborar con la iniciativa porque era reconocer que el petróleo contamina y no querían aportar”, reveló.
El presidente ecuatoriano reafirmó su posición de que la explotación petrolera en el Yasuní financiará la lucha contra la pobreza. “No vamos a matar de hambre a nuestra gente para suplir la irresponsabilidad de los contaminadores globales”, expresó.
Aseguró que no dará marcha atrás en su decisión, respondiendo así al fuerte rechazo de movimientos indígenas y ecologistas. “Vamos a explotar todos los recursos que pueda dar nuestra tierra con la máxima responsabilidad ambiental y social, para superar lo más rápidamente la pobreza”, declaró el mandatario ecuatoriano.
Sin embargo, algunas autoridades locales están rechazando la explotación petrolera en el Yasuní. Por ejemplo, el alcalde de Cantón Esmeraldas, Ernesto Estupiñan, mostró su descuerdo con la actividad extractiva en dicho Parque Nacional y consideró que sería un error. (PULSAR)