Francisco y Alfonso Ichu Tamo llegaron desde la selva amazónica de Bolivia a Santa Cruz para transformarse en prestigiosos fabricantes de instrumentos musicales.
Los hermanos de 36 y 33 años pertenecen a la selva, donde se asienta su pueblo, la nación moxeña.
Ellos heredaron el gusto por la música de su padre y dieron un paso más allá al convertirse en lutieres. Esto es, crean y reparan instrumentos de música.
Los hermanos Ichu Tamo nacieron en un área selvática cercana al municipio de San Ignacio de Moxos, en el nororiental departamento de Beni, y para ellos la música es parte de su ser.
Alfonso se formó en Urubichá, una localidad del pueblo indígena guarayo, famosa en Bolivia por su escuela de música barroca y renacentista americana.
El Instituto de Formación Integral, Coro y Orquesta de Urubichá es una referencia en el rescate de la poco conocida identidad clásica boliviana. Allí se produce un sincretismo único de instrumentos de cuerda y viento.
Alfonso y Francisco pueden producir un violín, un violonchelo o una viola en un periodo de entre dos y cuatro semanas.
Los hermanos Ichu Tamo han aprendido las técnicas de maestros franceses, suizos, argentinos, alemanes, venezolanos e italianos.(PÚLSAR/IPS)
Por Anna Infantas