El pueblo tsimane se movió tradicionalmente por el norteño departamento de Beni, aunque paulatinamente se ha asentado en comunidades como El Jatatal, en el límite de los municipios de San Borja y Rurrenabaque.
También conocido como chimán, este pueblo es uno de los pocos grupos originarios cuya población crece en Bolivia.
Las familias del pueblo tsimane en El Jatatal resisten el avance de ganaderos que se expanden en la zona con el apoyo de las autoridades de San Borja.
Durante una de las tres visitas que IPS ha hecho a El Jatatal desde octubre pasado, Tito Romero, uno de los comunarios, contó sobre las amenazas que recibió para irse del lugar.
Carmelo Tayo, líder tradicional comunitario, explicó que desde hace tiempo continúan los acosos contra comunarios así como los cercados de los terrenos donde trabajan.
El corregidor contó que su única esperanza es que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) tome cartas en el asunto.
Pero el director general de Administración de Tierras del INRA, Víctor Espinal, no ha atendido aún su demanda de darles posesión legal comunitaria del lugar en que están asentados desde hace 60 años.
El INRA sí realizó a fines de febrero un censo en El Jatatal y otras comunidades del área. Con esto busca establecer las tierras públicas existentes y los eventuales derechos indígenas y campesinos sobre ellas.
Los tsimanes conforman un pueblo en crecimiento, con unos 8 mil 600 miembros.(PÚLSAR/IPS)
Por Rafael Acuña, enviado especial