Un juzgado de la zona de Celendín, en Cajamarca, en la zona norandina del Perú, condenó, de manera sorpresiva, a dos años y ocho meses de prisión preventiva a la familia Chaupe.
La acusación es por el delito de usurpación en agravio de la minera Yanacocha. Esta sentencia ha provocado una serie de críticas contra el Poder Judicial peruano y muestras de solidaridad a favor de la familia campesina.
La minera Yanacocha ganó el juicio que tenía pendiente contra los miembros de la familia: Jaime Chaupe, Máxima Acuña, Elías Chávez e Isidora, por la posesión de un terreno de 30 hectáreas.
En este terreno se desarrollará el proyecto minero Conga, uno de los más polémicos del país.
El juez les impuso pagar una reparación civil de 5.500 soles y asumir los costos del proceso, así como entregar el terreno invadido a la empresa bajo amenaza de lanzamiento.
Mirtha Vásquez, abogada de la familia Chaupe, criticó la decisión judicial y anunció que apelará en las instancias que correspondan.
Según dijo la abogada, la minera Yanacocha nunca demostró ser propietaria del terreno y menos su posesión previa.
En 1994, Máxima Acuña compró un terreno frente a la Laguna Azul en Cajamarca y ahí formó su hogar. El problema se originó luego con la llegada de minera Yanacocha.
“Yanacocha dice que yo lo había vendido y eso es mentira”, expresó Máxima Acuña, comunera que se ha convertido en un símbolo social en el Perú.
“Ellos debían mostrar el documento firmado por mí y por mi esposo para que conste que yo vendí el terreno. Sin embargo el fiscal dice que es terreno de ellos, es un abuso”, manifestó Máxima Acuña. (Pablo Florencio Salazar – Agencia Púlsar)