La Cámara de Diputados mexicana aprobó la nueva y polémica Ley de Telecomunicaciones y la envió al Poder Ejecutivo para su promulgación y entrada en vigor.
El secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruíz, indicó que esta nueva ley busca generar más competencia y no perjudicar a nadie en particular. Aseguró que el objetivo de la Ley de Telecomunicaciones es beneficiar a un amplio sector de la población.
La reforma de la nueva ley apunta a aprovechar y explotar, de manera eficiente, el espectro radioeléctrico, las redes públicas de telecomunicaciones, recursos orbitales y la comunicación vía satélite.
Sin embargo, diversos movimientos sociales y políticos están advirtiendo varios riesgos por la aprobación de la Ley de Telecomunicaciones.
Un sector de parlamentarios mexicanos, que votaron en contra de esta reforma, advirtieron irregularidades en diversos temas.
Por ejemplo, el senador por el Partido Acción Nacional, Javier Corral señaló, que esta ley representa un retroceso político y un golpe a la Constitución.
Advirtió que la nueva ley ya no promoverá la calidad, pluralidad y diversidad de los contenidos a través del fortalecimiento de los medios públicos y de uso social.
Por otra parte, Hilario Cruz Casimiro, representante de la delegación en Puebla de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias – AMARC, denunció que esta norma afectará a las comunidades indígenas y la libertad de expresión.
Por ello, 16 radios comunitarias cancelaron su programación, el pasado 7 y 8 de julio, en señal de protesta contra una reforma que reduce “las potencias de los medios comunitarios”.
Según las radios comunitarias, el propósito es silenciar a quienes son críticos y tienen una vasta información.
De otro lado, el Congreso Nacional de Comunicación Indígena anunció que analizará medidas legales contra la aprobación de la ley federal de telecomunicaciones y radiodifusión.
Afirmaron que dicha norma viola disposiciones constitucionales y resta soberanía al país. (Sandra Herrera – Comunicadora Amarc ALC)