Cuerpos policiales, terratenientes y guardias privados, desalojaron de manera violenta a más de 300 familias campesinas que ocupaban la finca El Aguacate en Liberia, en la provincia costarricense de Guanacaste.
En el desalojo, ocurrido el 22 de julio, se utilizaron bombas lacrimógenas, antimotines y policía motorizada que detuvo durante el desalojo a 100 campesinos y campesinas.
Carlos Coronado Vargas, secretario general del Movimiento de la Reforma Agraria, señaló que fue a principios del 2011 cuando familias de escasos recursos decidieron ingresar a los terrenos para sembrar granos básicos como frijol, maíz y ciertas legumbre con el propósito de la susbsistencia.
Sobre los hechos del pasado lunes, el dirigente campesino indicó que los disturbios iniciaron en agosto del 2012 con desalojos violentos de familias que se instalaron en el territorio a raíz de un reclamo de propiedad.
Según afirman, esta finca posee una gran riqueza hídrica, pues en ella se encuentran 4 ojos de agua las cuales se juntan en un abundante río que atraviesa el terreno, por lo que la comunidad denuncia los intereses de empresas transnacionales de la industria hotelera y de bebidas sobre estas aguas. (RADIO 8 DE OCTUBRE/PÚLSAR)