Este lunes, las delegaciones del gobierno colombiano y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) retomaron sus negociaciones de paz en la ciudad de La Habana.
Sin embargo, en los últimos días se produjo una tensión debido a nuevos enfrentamientos militares entre ambas partes que ha dejado más de 30 rebeldes muertos.
El gobierno realizó un bombardeo el jueves pasado contra un campamento guerrillero en el suroeste de Colombia. A raíz de ello, las FARC suspendieron una tregua unilateral que habían decretado en diciembre de 2014.
Al reiniciar las negociaciones, el vocero de la guerrilla Pablo Catatumbo opinó que “los luctuosos acontecimientos ocurridos son un paso atrás en lo avanzado hasta ahora en la mesa de La Habana”.
Aseguró que la presión militar o las amenazas no podrán doblegar a las FARC de su voluntad de lucha. “Ese es un camino equivocado y es obvio que la paz no se alcanzará nunca escalando el conflicto”, sostuvo Catatumbo.
Por su parte, el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, MOVICE, emitió un comunicado público para destacar la urgencia de proteger las conversaciones de paz, para lo cual exigió a ambas partes un cese bilateral de fuego.
El MOVICE señaló que el número de las víctimas en Colombia seguirán creciendo mientras persista la guerra.
El MOVICE lamentó la muerte de 26 integrantes de las FARC, así como la muerte de soldados y en todas partes de Colombia.
El senador Iván Cepeda, integrante del Frente Amplio por la Paz, y defensor de los derechos humanos, pidió a ambas partes que decreten el cese al fuego bilateral. (Agencia Púlsar)