Al igual que la mayoría del arco político argentino, la presidenta Cristina Fernández envió buenos deseos a Francisco 1º.
Sin embargo, organismos de Derechos Humanos y organizaciones sociales cuestionaron a Jorge Bergoglio por sus posturas durante la última dictadura y en los últimos debates nacionales.
La Presidenta señaló que este miércoles fue “un día histórico” y deseó a Francisco 1º “que pueda lograr mayor confraternidad entre los pueblos”.
Por otra parte, el Gobierno argentino confirmó que Fernández asistirá a la asunción del nuevo papa en el Vaticano.
Durante un acto en la noche del martes, la Mandataria pidió a Bergoglio “que lleve un mensaje a las grandes potencias del mundo para que dialoguen”. Además, expresó su expectativa para que desarrolle “una labor significante para nuestra región”.
Desde distintos organismos de Derechos Humanos de Argentina cuestionaron el nombramiento por la falta de autocríticas sobre la vinculación de la Iglesia Católica con la última dictadura argentina.
Giselle Tepper, de H.I.J.O.S Capital, aseguro a FM La Tribu que desde su organización siempre consideraron a Bergoglio “como parte del sector de la Iglesia que decidió estar con la dictadura”.
El Premio Nobel de la paz, Adolfo Pérez Esquivel, señaló que Francisco 1º “no fue un cómplice directo de la dictadura pero no tuvo el coraje suficiente de otros obispos para acompañar la lucha por los Derechos Humanos durante la dictadura”.
Por otra parte, el reconocido sacerdote Eduardo de la Serna, del secretariado de Curas en Opción por los Pobres, expresó a Página 12 que no hay que “esperar que Bergoglio aliente la Teología de la Liberación”. Sin embargo, reconoció que “está dispuesto a acercarse a la gente”.(PÚLSAR)