La llamada Cumbre Antiimperialista, que se realizó esta semana en la ciudad de Cochabamba, en Bolivia, finalizó con un llamado de los movimientos sociales para combatir el imperialismo que existe en el mundo.
Al clausurar la actividad, el presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió a los movimientos y a los gobiernos de izquierda a relanzar el antiimperialismo como una corriente política de pensamiento y acción.
Para ello, Morales invocó a que los movimientos latinoamericanos y de otros países del mundo construyan “un instrumento político mundial para destruir el capitalismo” y lograr “la soberanía y por la liberación de los pueblos”, señaló el presidente boliviano.
Entre las conclusiones de la Cumbre Antiimperialista están la de establecer un sistema de contrainteligencia civil y militar de Latinoamérica, como respuesta al sistema norteamericano.
De igual manera, se recomienda formar un órgano intercontinental de movimientos sociales y crear un Pacto para proteger la Madre Tierra.
El presidente Morales propuso que el día 2 de agosto debe ser conocido en Bolivia como el Día del Antiimperialismo. Opinó que las naciones deben trabajar para la desaparición de las “oligarquías, monarquías y jerarquías”.
Los representantes de los movimientos sociales que participaron en la Cumbre Antiimperialista realizaron un llamado a los gobiernos latinoamericanos para que expulsen a las bases militares norteamericanas instaladas en sus territorios.
Proclamaron que esta expulsión sería una declaración de soberanía e independencia ante el imperialismo. (PULSAR)