Los sembradíos de piña se extiende al borde la ruta 32. Poco después de cruzar el río pasando Pocora hay una ancha entrada a mano izquierda. Ese es el camino que lleva a Milano.
En la entrada esta la planta de Corrugados del Atlántico donde se fabrican empaques de cartón para banano, piña, melones y sandía.
Luego de cruzar la línea del tren empiezan a verse pequeñas parcelas con vivienda con algún ganado, perros y gallinas.
Abajo a la izquierda se distingue un bosque y una de las tantas quebradillas que hay en la zona. Xinia Briceño vive con su esposo y su hija en una de esas parcelitas, rodeados de varios árboles frutales.
El acueducto que abastece a Milano se conecta con el acuífero de la zona y cinco nacientes. Pero es en esa zona donde existe la finca Babilonia donde se siembra el monocultivo de la piña con un uso intensivo de plaguicidas.
Debido a la ubicación y la pendiente, los residuos se se conectan directamente con el acuífero que da origen a las nacientes y con un grave riesgo de contaminación. Los pobladores enfrentan entonces una dramática escasez de agua potable. (Voces Nuestras – Costa Rica)