Una de las principales características del actual paro agrario que realizan miles de campesinos colombianos, es que ha logrado unificar diversas voces de la sociedad de dicho país.
Por ejemplo, este domingo, miles de personas de la ciudad de Tunja, en el departamento de Boyacá, salieron a las calles con sus cacerolas para protestar contra el gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Miles de hombres, mujeres, niños se solidarizaron con los campesinos colombianos.
Los representantes de otras organizaciones como los mineros, estudiantes, profesores, camioneros y trabajadores de la salud, también se han unido a las protestas y se han solidarizado con el movimiento campesino.
Este lunes se cumplieron ocho días de la protesta campesina que ha realizado el bloqueo de las principales carreteras de Colombia, aislando departamentos como Boyacá, Cundinamarca, Nariño, Huila y Caquetá.
Sin embargo, esto ha provocado el alza en los precios de varios alimentos, de los combustibles, y la amenaza de un posible desabastecimiento. Las autoridades informaron que decenas de turistas se encuentran varados en algunas regiones debido al bloqueo de las carreteras.
A pesar de la agudización de la protesta campesina, este domingo, las autoridades del gobierno colombiano descartaron la posibilidad de formar una mesa de diálogo para encontrar una solución al paro campesino.
Las autoridades gubernamentales advirtieron que solamente realizarán un diálogo cuando las organizaciones agrarias suspendan el bloqueo y las protestas. Hasta el momento se han registrado más de 220 personas detenidas, 25 carreteras bloqueadas, tres personas fallecidas, y decenas de heridos.
Una de las principales exigencias de los campesinos colombianos es que se revisen los tratados de libre comercio que Colombia firmó con Estados Unidos y la Unión Europea. Señalaron que el mercado campesino colombiano ha quedado destruido por consecuencia de dichos tratados comerciales. (PULSAR)