Luego de estar durante varias horas en la clandestinidad, el cuestionado presidente regional de Áncash, César Álvarez, se entregó este viernes en la tarde a las autoridades judiciales, de manera voluntaria.
Hace unas horas, las autoridades peruanas emitieron una orden de detención contra Álvarez y otras 27 personas que formarían parte de su red política y de presunta corrupción.
Incluso, el presidente peruano Ollanta Humala, pidió a Álvarez que se ponga a derecho ante la justicia.
El presidente regional de Áncash ha sido acusado de varios delitos, entre ellos, de ordenar el asesinato de varios de sus rivales políticos.
También es señalado de encabezar una red de espionaje político y de promover un sistema de corrupción alrededor de su gobierno regional.
Se ha informado que, hasta el momento, más de 18 personas de su entorno han sido apresadas.
Áncash es una importante zona que recibe los millonarios impuestos de las empresas mineras y se encuentra al norte de Lima.
Hace unas horas, antes de entregarse, Álvarez declaró a un canal de televisión y negó las acusaciones en su contra. Reveló que sus abogados estaban preparando los recursos que presentará ante el Poder Judicial.
“Yo siempre he sido un cumplidor de las leyes, nunca he rehuido a ninguna acción de la justicia y quiero confirmar una vez más que me haré presente ante las autoridades”, señaló el presidente regional de Áncash. (PÚLSAR)