Uno de los sectores que se pronunció fue el de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.
La guerrilla apoyó la recomendación del Ministerio de Salud de suspender el uso del glifosato en las fumigaciones de los cultivos de marihuana, amapola y hoja de coca.
El glifosato es un pesticida catalogado por la Organización Mundial de Salud como un “probable” agente cancerígeno.
“El glifosato es un veneno dañino, perjudicial para los seres humanos, para los cultivos, perjudicial para la gente humilde que trabaja en el campo”, aseveró Pablo Catatumbo, vocero de las FARC.
Catatumbo recalcó que “en ningún país del mundo, incluido Afganistán, que tiene una ocupación militar extranjera (occidental desde 2001), se admite el uso de glifosato en los cultivos de amapola”, afirmó.
Explicó que el uso del glifosato está prohibido debido al “daño que le causa no solo a su gente, sino al territorio”.
Recientemente, el ministerio de Salud recomendó dejar de emplear el glifosato en los operativos de fumigación de hectáreas agrícolas que son usadas por el narcotráfico.
Sin embargo, la polémica sobre el uso de glifosato se inició cuando el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, defendió el uso de este pesticida. (Agencia Púlsar)