En Colombia habitan casi 2 millones de indígenas, lo que representa el 3,4 por ciento la población total.
Pese a ello, los indígenas han sido desplazados y perseguidos en sus territorios debido a los conflictos armados, por más de 50 años.
Hace unos días, la ONU denunció el desplazamiento de cerca de 500 indígenas de los departamentos de Chocó, Nariño y Arauco por los enfrentamientos entre guerrilleros y las fuerzas del gobierno.
Gabriel Mujuy, director del Programa Presidencial Indígena, señaló que para ellos es esencial alcanzar la paz en el país.
“El papel de los pueblos indígenas va a ser fundamental para implementar esos acuerdos porque estamos presentes en las distintas regiones del país donde se vive el conflicto, pero al mismo tiempo ofrecemos una convivencia pacífica”, aseguró Mujuy.
Dirigentes como Luis Hernando Dovigama, de la etnia embera-chami, expresaron su malestar.
“Si uno tiene tierra, lo que uno mete eso después produce y sin necesidad de sacar unas monedas. Espero que Dios oiga y se pueda resolver el problema de las tierras, porque las víctimas son nuestras familias”, señaló Dovigama.
Una manera de encontrar son las actuales negociaciones entre el gobierno colombiano y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) que se realizan desde noviembre del 2012.
Para el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, su gobierno busca implantar una política pública integral indígena que incluya avances en autonomía administrativa.
“Por ello, nos esforzaremos para consolidar la política pública indígena y lo haremos de manera más responsable aún y en sintonía con sus planes integrales de vida”, señaló Santos.
“Esa política preparará al país para el nuevo escenario del posconflicto, garantizando la paz y, con ella, la Colombia intercultural que todos queremos”, fue lo que indicó el mandatario. (César Joao Espinoza – Agencia Púlsar)