Viernes, 10 de Agosto de 2007
Movimientos Sociales|Nota

16/05/2006 - 10:16


VIENA-EA2
Declaraci�n final Enlazando Alternativas 2


Hombres y mujeres de movimientos, organizaciones sociales y pol�ticas de Am�rica Latina, el Caribe y Europa, nos dimos cita en Viena, entre los d�as 10 y 13 de mayo de 2006, para expresar nuestra oposici�n y resistencia a las pol�ticas neoliberales de libre comercio que gobiernos de ambas regiones implementan en nuestros pa�ses y que proponen como marco de un nuevo Acuerdo de Asociaci�n.

Manifestamos nuestro rechazo al intento de la UE de impulsar un Area de libre comercio para el conjunto de la regi�n en 2010, as� como la voluntad expresa de profundizar los acuerdos ya existentes con M�xico y Chile, concretar un acuerdo de la misma naturaleza con Mercosur, y promover acuerdos similares con Centroam�rica y la Regi�n Andina.

Nos dimos cita, tambi�n, para avanzar en la construcci�n de un di�logo pol�tico y social entre los pueblos porque reivindicamos nuestro derecho a plantear las alternativas y creemos en nuestra capacidad para formularlas.

La resistencia popular crece en Am�rica Latina y el Caribe, frente a la pol�tica agresiva y expoliadora de los Estados Unidos, y hoy tenemos que a�adirle la resistencia ante los intentos de imposici�n de la pol�tica neoliberal por parte de la Uni�n Europea, ej de ello es el rechazo popular a la Constituci�n Europea, neoliberal y militarista, por parte de los pueblos franc�s y holand�s, la resistencia de los pueblos europeos frente a las pol�ticas neoliberales de sus propios gobiernos y especialmente de las instituciones comunitarias que desmantelan las conquistas sociales y los sistemas de protecci�n p�blicos.

Frente a este crecimiento de la resistencia popular la respuesta de los gobiernos es la criminalizaci�n del movimiento social. Impulsamos la mundializaci�n de la resistencia popular y social, de todas(os) y aquellas(os) que desde la exclusi�n, el desempleo, la marginaci�n o la opresi�n directa nos aliamos para detenerla y plantear un mundo distinto.

Las preocupaciones que nos hicieran reunirnos en Rio y Madrid, y que finalmente dieron origen al primer encuentro social Enlazando Alternativas en Guadalajara, en Mayo de 2004, siguen hoy d�a vigentes, tanto en Am�rica Latina como en la Uni�n Europea.

Las ense�anzas que acumulamos tras 10 a�os de NAFTA y 6 a�os de Acuerdo de Asociaci�n con la Uni�n Europea son suficientemente claras, para fundamentar nuestro posicionamiento pol�tico frente al libre comercio basado en el secreto y la asimetr�a de la relaci�n entre actores pobres y ricos.

Ejemplo de ello son los procesos de desindustrializaci�n y de desmantelamiento de los sectores p�blicos de servicios que ha colocado a Am�rica Latina en una situaci�n cr�nica de pobreza y exclusi�n social. Esta misma ola neoliberal en Europa, se expresa a trav�s de la Directiva Bolkestein que impulsa la liberalizaci�n de los servicios, la presi�n a la baja de los est�ndares laborales, la crisis del estado social, la amenaza a sus agricultores y agricultoras, a la soberan�a alimentaria, y la generaci�n de un clima hostil en el que proliferan la desintegraci�n social, la xenofobia, la violencia de g�nero, la violencia urbana y otros s�ntomas, estos son los resultados m�s visibles de una crisis global a la que nos han arrojado estos a�os del Consenso de Washington.

Cuestionamos el rol de las transnacionales europeas en Am�rica Latina. Estas lejos de ser un factor de desarrollo y paz social, han dado lugar a conflictos masivos especialmente entre usuarias(os) de servicios p�blicos poniendo en riesgo el acceso a servicios b�sicos (como agua, electricidad, telefon�a), han estimulado el saqueo y la extracci�n indiscriminada de recursos naturales, generando una degradaci�n del medio ambiente. Los efectos negativos de este modelo ser�n profundizados con la implementaci�n de acuerdos de liberalizaci�n comercial y grandes proyectos de infraestructura, como la Iniciativa de Integraci�n de la Infraestructura Regional Sur Americana(IIRSA) y el Plan Puebla Panam�(PPP).

Con respecto al agua, derecho humano y bien com�n de la humanidad, los procesos de privatizaci�n de los sistemas p�blicos en distintos pa�ses y regiones de Am�rica Latina, les ha abierto a las transnacionales y corporaciones europeas, una gran oportunidad de incrementar sus ganancias, y al mismo tiempo socavar el poder de decisi�n de los pueblos sobre sus territorios y sus vidas. Tanto en Am�rica Latina como en Europa, la privatizaci�n aument� enormemente las tarifas, ha deteriorado el sistema h�drico y baj� el nivel de vida de las y los ciudadanos(as) y de los(as) trabajadoras(os)

Las empresas transnacionales petroleras de Europa, han expropiado las riquezas hidrocarbur�feras de los pa�ses latinoamericanos por d�cadas, ejerciendo un saqueo sobre sus recursos, destruyendo a sus pueblos, comunidades y medioambiente. Toda relaci�n entre Latinoam�rica y la Uni�n Europea, tiene que basarse en el respeto a la soberan�a de los pueblos, el respeto a sus recursos y a los procesos de renacionalizaci�n de los hidrocarburos que se han iniciado en la regi�n.

El acceso a la tierra es un derecho humano fundamental, as� como la defensa de la propiedad colectiva de las tierras de campesinos(as), campesinas e ind�genas, amenazada hoy d�a por los programas de titulaci�n individual de organismos internacionales. Nos pronunciamos por el impulso de la reforma agraria, ratificamos que los recursos naturales y el conocimiento tradicional son patrimonio de los pueblos, as� como nuestra biodiversidad. Son bienes comunes que no pueden comercializarse. Estamos en contra de los cultivos transg�nicos as� como en contra del modelo agroexportador que promueve la expulsi�n de poblaciones enteras y arruina las econom�as campesinas.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI), as� como otras entidades bancarias europeas est�n demostrando un inter�s creciente en la financiaci�n de inversiones en Am�rica Latina, cuya actuaci�n pone en duda los alcances y beneficios reales para los pueblos de Am�rica Latina de la ayuda financiera que puedan brindar estos bancos.

En este escenario de estrategias neoliberales promovidas desde los gobiernos europeos y latinoamericanos e impulsadas por sus corporaciones, se desarrolla la Cumbre de Presidentes Am�rica Latina y Uni�n Europea, que vuelve a repetir una agenda plagada de promesas vac�as, que enmascaran la verdaderas intenciones de acelerar acuerdos de libre comercio bi-regionales. Al mismo tiempo, la Uni�n Europea prosigue los procesos de ampliaci�n de sus estados miembros basados m�s que nada en una orientaci�n neoliberal que no puede sino provocar nuevas y m�s profundas crisis en su interior. Con respecto a la posibilidad de un Acuerdo de Asociaci�n entre ambas regiones, se�alamos que para que sea justo y beneficioso para nuestros pueblos debe salirse del modelo y las reglas de un tratado de libre comercio; No queremos "libre comercio" entre Europa y Am�rica Latina. Queremos relaciones comerciales, y promover espacios de cooperaci�n entre ambas regiones, que favorezcan el bienestar de nuestros pueblos, la soberan�a de nuestros pa�ses, el respeto a la diversidad cultural y que no sean depredadores de nuestro entorno ambiental. Nos oponemos a una agenda de libre comercio al servicio de los intereses de las compa��as transnacionales europeas y de las �lites exportadoras de Am�rica Latina.

El di�logo pol�tico y cooperaci�n que se plantea, lo consideramos sin contenido. La confluencia de inter�s entre la mayor�a de los gobiernos de Am�rica Latina y la Uni�n Europea y las transnacionales queda clara con la realizaci�n del foro empresarial que tuvo lugar durante la cumbre y las relaciones privilegiadas que all� se fijaron. No son los Gobiernos Europeos los m�s indicados para hablar de cohesi�n social en la etapa actual de Europa Para hablar de di�logo pol�tico deben de crearse las condiciones de una participaci�n real de los movimientos sociales, no puede restringirse simplemente a espacios de consulta.

La cooperaci�n debe ser un instrumento en beneficio de nuestros pueblos y no como actualmente un instrumento agresivo basado en una ret�rica mercantil que facilita el saqueo y control de nuestros territorios, recursos y servicios p�blicos.

La sesi�n del Tribunal Permanente de los Pueblos sobre las politicas neoliberales y las transnacionales europeas en Latinoam�rica dejaron en claro la naturaleza sist�mica de la actitud de las transnacionales, su v�nculo con la creaci�n de leyes que las protegen y el est�mulo de los organismos internacionales como la OMC, el BM y el FMI, para la facilitaci�n y garant�a de sus ganancias. Mientras que del lado de los usuarios, consumidores, trabajadores y p�blico en general, la indefensi�n y violaci�n de sus derechos es la l�gica dominante. Por tanto, consideramos de primordial importancia promover la creaci�n de un espacio bi-regional de vigilancia, denuncia y lucha contra las compa��as transnacionales, con el fin de detener sus arbitrariedades producto de su poder a escala global.

La seguridad en el mundo post guerra fr�a no se resuelve con la apelaci�n vac�a a la contraposici�n unipolarismo vs multipolarismo. La misma, oculta un juego perverso que combina la condescendencia impl�cita a las pol�ticas guerreristas con el apoyo abierto o el rechazo pactado a las mismas. El resultado de esta pr�ctica unipolar ha dejado miles de v�ctimas en todo el mundo y la quiebra de la propia promesa de paz con la guerra ilegal a Irak y la inminente posibilidad de una guerra de mayor escala con Ir�n. Am�rica Latina no puede obviar las pol�ticas neocoloniales presentes en los acuerdos planteados por la Uni�n Europea en funci�n de estos c�lculos geopol�ticos donde nuestros pa�ses ni siquiera cuentan.

Propugnamos adem�s por un sistema multilateral econ�mico que regule los flujos de capital que estimule la complementariedad de las econom�as, que promueva reglas claras y justas de intercambio comercial, que deje por fuera los bienes p�blicos, que permita cerrar las brechas econ�micas entre el Sur y el Norte, incrementadas por una deuda externa en constante aumento; hablamos de un sistema multilateral que obviamente no es la Organizaci�n Mundial del Comercio.

Nos preocupa que la profundizaci�n de las actuales asimetr�as econ�micas lleve a nuestras regiones a escenarios en los que la p�rdida del empleo genera migraci�n por un lado y rechazo a la misma por el otro. Son escenarios que, estimulados por la paranoia terrorista alimentada y provocada por algunos gobiernos europeos, conducen a la desintegraci�n y la violencia social, a la criminalizaci�n del trabajador y la trabajadora migrante por un lado y a la p�rdida de la solidaridad social por el otro. Exigimos el respeto de los y las trabajadoras(es) migrantes y el inmediato reconocimiento de sus derechos civiles, sociales y pol�ticos, as� como el cierre de todos los centros de detenci�n de migrantes.

Exigimos el respeto de los derechos humanos, econ�micos, sociales y culturales, tambi�n el derecho de las mujeres y la juventud contra la exclusi�n social, consideramos de primordial importancia el revertir la feminizaci�n de la pobreza. Nos pronunciamos por una justicia que no promueva la impunidad para quienes han cometido delitos contra derechos fundamentales.

Condenamos el etnocidio y la militarizaci�n de los territorios ind�genas. Exigimos el reconocimiento del derecho de los pueblos ind�genas a la libre determinaci�n, porque s�lo el respeto a su autonom�a y sus culturas permitir� que el planeta pueda gozar en el futuro de lo tesoros de los que son sus guardianes.

Abogamos por la desmilitarizaci�n de la lucha contra el narcotr�fico, utilizada en muchas ocasiones como excusa para reprimir las luchas populares, y apoyamos la legalizaci�n del cultivo de hoja de coca y sus derivados para usos no narc�ticos.

Denunciamos y condenamos las posiciones de la Uni�n Europea que se pone al servicio de la pol�tica agresiva de los Estados Unidos contra Cuba, condenamos las leyes de extraterritorialidad como la Ley Helms Burton y exigimos el reconocimiento y respeto a la libre determinaci�n del pueblo cubano en la construcci�n de su propio modelo pol�tico, econ�mico y social.

Nos pronunciamos contra la privatizaci�n de la comunicaci�n y la informaci�n y por la democratizaci�n de la misma, requerimos articular y desarrollar medios propios y solidarios que construyan ciudadan�a y garanticen la diversidad y el pluralismo de los medios de comunicaci�n, saludamos en ese sentido el surgimiento y consolidaci�n de TELESUR.

Nos pronunciamos por el fin al mandato de fuerza de la ONU en Hait�, que no hace sino reforzar la militarizaci�n de la regi�n en vez de contribuir a su desarrollo.

En Colombia, reclamamos un acuerdo pol�tico para resolver el conflicto interno armado y la instauraci�n de una paz con justicia social. Condenamos la impunidad y las recientes leyes de reinserci�n de paramilitares que la generalizan, como la mal llamada ley de "Justicia y Paz". Al respecto, reclamamos el cumplimiento de las recomendaciones de Naciones Unidas y el respeto a los derechos de las victimas a la verdad; la justicia y la reparaci�n.

Exigimos y trabajamos juntos por la paz, la desmilitarizaci�n de las relaciones internacionales, el desarme, el desmantelamiento de las bases militares y el retorno de los efectivos militares a sus pa�ses de origen. Rechazamos la militarizaci�n y el complejo militar-industrial que sustentan el neoliberalismo.

Exigimos la suspensi�n de las preferencias arancelarias por parte de la Uni�n Europea a los pa�ses de Am�rica Central y la Regi�n Andina que violen los derechos laborales y ambientales.

Reafirmamos como movimientos sociales de Am�rica Latina, el Caribe y la Uni�n Europea la voluntad de fortalecer la cooperaci�n, coordinaci�n y solidaridad en todas las luchas conjuntas en contra de la flexibilizaci�n laboral, por un empleo digno y de calidad, por el control ciudadano de las corporaciones y multinacionales, contra las pol�ticas neoliberales de los gobiernos, por la defensa y profundizacion de las conquistas sociales y laborales, por la renacionalizaci�n de nuestros recursos y reservas naturales y de los servicios p�blicos actualmente privatizados.

Frente a las pr�cticas instrumentadas desde la aplicaci�n de pol�ticas neoliberales, en Am�rica Latina se vienen dando muestras concretas de las voluntades en favor de una verdadera relaci�n basada en la integraci�n y la construcci�n de alternativas, como la iniciativa del ALBA impulsada fundamentalmente por los gobiernos de Venezuela y Cuba, o el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) propuesto por el Gobierno de Bolivia en su resistencia a los TLCs; que complementa esta corriente de transformaci�n y apertura a una nueva etapa cargada de iniciativas soberanas y fundamentada en la cooperaci�n y la solidaridad, ejemplo de ello. Tambi�n reconocemos los esfuerzos por convertir el MERCOSUR en un espacio de integraci�n viable y la creaci�n de la Comunidad Sudamericana de Naciones.

En esta dimensi�n, los movimientos sociales latinoamericanos, caribe�os y europeos, reconocemos estos esfuerzos y asumimos el compromiso de contribuir con el buen desarrollo de dichas iniciativas desde nuestra independencia e identidad propia como movimiento popular, confiados adem�s en la construcci�n de un verdadero di�logo pol�tico que estimule el intercambio abierto y consecuente con dichos gobiernos.

Confiamos en que los nuevos aires que se expresan en un fuerte activismo y movilizaci�n de movimientos sociales en Europa y Am�rica Latina, en la irrupci�n de gobiernos transformadores como el de Venezuela y el de Bolivia, y otros gobiernos que en Latinoam�rica se distancian de las pol�ticas de libre comercio, contribuyan a profundizar las tendencias orientadas a revertir las actuales pol�ticas neoliberales e iniciar el camino hacia un nuevo proceso de integraci�n desde los pueblos.

Nuestro mayor logro en "Enlazando Alternativas 2" ha sido el de poner en evidencia la convergencia de nuestros an�lisis y acciones contra las pol�ticas neoliberales y los gobiernos que las impulsan. Nosotros(as), mujeres y hombres de los movimientos y organizaciones sociales de Europa, Am�rica Latina y Caribe, nos comprometemos a seguir articulando iniciativas para, juntos, crear las condiciones de un mundo m�s justo y solidario.

No a los acuerdos de libre comercio de la Uni�n Europea con Am�rica Latina y Caribe. No a este "ALCA" europeo, y a la creaci�n de cl�usulas de seguridad y militares para defender los intereses del capital.

No a la profundizaci�n de los acuerdos de libre comercio con M�xico y Chile y a la concreci�n de Acuerdos de libre comercio con Centroam�rica, la Regi�n Andina y el MERCOSUR. Si a la abolici�n de la deuda externa de Am�rica Latina y el Caribe con los pa�ses de la Uni�n Europea y el reconocimiento de la deuda hist�rica contra�da. �No debemos, no pagamos! �No somos deudores, somos acreedores!

No al Tratado de Constituci�n Europea, No a la represi�n de las y los migrantes, No a la "Europa Fortaleza", No a la Directiva Bolkestein, y a la privatizaci�n de los servicios p�blicos en la Uni�n Europea.`

A fortalecer la unidad y confluencia bi-regional de los movimientos sociales de ambos continentes para alcanzar otro mundo posible, justo, equitativo, antipatriarcal y en paz con el planeta.


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16/05/2006




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