El crimen ocurrió en la norteña ciudad de San Pedro Sula cuando Georgino Orellana salía de un canal de televisión y fue ejecutado de un disparo en la cabeza.

El jefe policial de la ciudad, Héctor Iván Mejía, declaró que el crimen no quedará impune. En tanto, que aún se desconoce el motivo del asesinato.

Con esta muerte, llegan a siete los periodistas asesinados bajo la presidencia de Porfirio Lobo, asumido hacia fines de enero pasado.

Los demás comunicadores ultimados desde marzo son Joseph Hernández, David Meza, Nahum Palacios, Bayardo Mairena y su asistente Manuel Juárez, y Luís Antonio Chevez Hernández, asesinado en la misma ciudad.

Por otra parte, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) relató en un comunicado que "la estación comunitaria La Voz de Zacate Grande fue víctima de intimidaciones por parte de la policía local".

Además, también participaron de las amenazas guardias privados del empresario Miguel Facussé Barjum, por un conflicto agrario que es defendido desde la radio comunitaria.

En tanto, el pasado 9 de abril fueron baleadas las instalaciones del Canal 40, en la región de la costa atlántica de Tocoa, según informó el Comité por la libre expresión (C-Libre). (PÚLSAR)