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Voces de la Tierra | Nota publicada el 15/03/2010 a las 18:40 hs.
MÉXICO-AGRICULTURA
Paso franco a semillas transgénicas
Organizaciones no gubernamentales denuncian que el aval del gobierno de México a dos siembras experimentales de maíz genéticamente modificado abre la puerta a la destrucción de los cultivos nativos mexicanos.

Las secretarías de Agricultura (Sagarpa) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de México autorizaron en octubre del 2009 a la firma transnacional estadounidense Monsanto dos plantaciones de maíz blanco transgénico en el oriental estado de Tamaulipas y en el norteño estado de Chihuahua.

 

Vale recordar que Monsanto prácticamente monopoliza la producción de semillas en el mundo.

Aleira Lara, coordinadora de la Campaña de Agricultura Sustentable y Transgénicos de Greenpeace, comentó a IPS que "la implicación más importante de esta decisión es que se permite la contaminación de uno de los centros de origen más importantes del planeta".

"Estamos en un proceso de contaminación de los cultivos y el Gobierno viene y legaliza las siembras transgénicas", señaló a IPS Adelita San Vicente, directora de la organización no gubernamental Semillas de Vida. Además, la decisión "va a afectar a los pequeños productores de maíz", alertó.

Las organizaciones sociales quieren que el gobierno reinstituya una moratoria a ese tipo de cultivos, impuesta inicialmente en 1999 y derogada en marzo de 2009.

 

El maíz está encarnado en el corazón de los pueblos nativos de Mesoamérica, una zona de un millón de kilómetros cuadrados que comprende buena parte de México y de América Central, y está entre las bases de los regímenes alimenticios de esa franja.

Las organizaciones no gubernamentales argumentan que el Gobierno del conservador Felipe Calderón viola la ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.

Esta Ley está vigente desde 2005 y estipula la definición de los centros de origen de las semillas previamente a cualquier luz verde para los organismos genéticamente modificados (OGM).

En México, unos ocho millones de hectáreas están sembradas de maíz, mientras que la producción del grano totaliza unos 21 millones de toneladas. A esta tarea se dedican más de dos millones de productores a pequeña escala.

Greenpeace ha denunciado la presencia de maíz transgénico en seis estados de los 32 que componen México, además de la importación de semillas genéticamente modificadas.

Para defender el maíz criollo ante las semillas genéticamente modificadas surgió en México la Campaña Sin Maíz No Hay País. Se trata de un colectivo de organizaciones no gubernamentales y que decidió celebrar cada 29 de septiembre el Día Nacional del Maíz.

Las organizaciones consideraron que los avales para siembras transgénicas forman una pinza con las disposiciones de la Ley de Producción, Certificación y Comercio de Semillas, vigente desde agosto de 2007.

Estas disposiciones regulan que los agricultores sólo podrán usar semillas certificadas, bajo amenaza de persecución penal. Las semillas seguramente provendrán de las empresas privadas del ramo.

Además de Monsanto, las también transnacionales Dupont, Syngenta y Dow Agrosciences dominan el mercado de semillas en el mundo.(PÚLSAR/IPS)


Emilio Godoy
15/03/2010



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