Al tomar la palabra el líder del régimen golpista sostuvo que luego del 28 de junio, se vivieron los días "más tranquilos para la población".

Previamente sostuvo que sacar a Manuel Zelaya del país "fue un error" y aseguró que se llevará a los tribunales a los responsables de esa acción.

Pero luego insistió en que el regreso del Presidente constitucional a Honduras "volvió a provocar cantidad de delitos" . Dijo que por ese motivo tuvo que suspender las garantías constitucionales.

Además, justificó esa medida diciendo que el 87 por ciento de la población consultada en una encuesta se expresó a favor de la continuidad del estado de sitio por miedo.

El mandatario de facto aseguró que su Gobierno no le teme ni a Estados Unidos, ni a Brasil, sino que le teme a Manuel Zelaya.

Agregó que está dispuesto a hacerse a un lado para concretar las elecciones pero siempre y cuando "este señor", en referencia a Zelaya, también se haga a un lado.

Luego enfatizó que las elecciones generales "se van a protagonizar el 29 de noviembre" a menos que envíen un ataque o invadan el país.(PÚLSAR)

rt
08/10/2009