Además, afirmó que Brasil lo reconoce como el presidente electo por el pueblo hondureño.

Fue en respuesta a Roberto Micheletti quién dio un ultimátum al Gobierno sudamericano para que defina el estatus de Zelaya dentro de la embajada o sino le quitará el carácter diplomático a la nación.

Por otro lado, el mandatario aseguró que en estos 90 días de Golpe de Estado hay alrededor de 100 muertos del pueblo y ninguno de las Fuerzas de seguridad.

Por ese motivo, llamó a la comunidad internacional a tomar medidas más enérgicas para que se restablezca la democracia.

Remarcó que el Concejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) "puede actuar con el fin de retornar a la paz en un país convulsionado cuando un pueblo está siendo violentado en sus derechos".

El presidente opinó que fue democrática la intención de realizar "una encuesta popular" sobre la instalación de una cuarta urna en las elecciones, en la que se decidiera sobre el llamado a una Asamblea Constituyente.

Y consideró que aunque por eso lo sacaron de su cargo, una consulta "no puede ser ilegal en una democracia".

A la vez, opinó que realizar las elecciones de noviembre en el contexto actual en el que todos los medios opositores se cerraron, en el que no hay libertad ni posibilidades de participación igualitaria, conducirá a una crisis mayor.

Finalmente, Zelaya consideró que si en Honduras no se revierte el Golpe es un peligro para la región.

Y remarcó que por eso hay un desafío para la comunidad internacional, que debe demostrar que no permitirá más Golpes de Estado. (PÚLSAR/TeleSur)

gf
29/09/2009