La Misión Humanitaria integrada por la Senadora Piedad Córdoba, una comisión de la Cruz Roja Internacional y otra de Brasil, que resuelva apoyo logístico, será responsable de recibir al sexto liberado.

Los dos operativos anteriores también fueron realizados por este equipo, aunque el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, intentó desautorizar a la senadora luego de la primera entrega de rehenes.

El Gobierno colombiano salió poco favorecido de esta semana, ya que debió reconocer sobrevuelos con aviones militares en la zona de exclusión que había sido acordada con la guerrilla.

Esa situación hizo tambalear la continuidad de la liberación de rehenes, que sin embargo siguió adelante y el quinto liberado, Alan Jara, fue duro con el Gobierno.

Al hablar en rueda de prensa, sostuvo que "Uribe no hizo nada por la liberación de los rehenes" y afirmó que el ejército se enfrentó a tiros con el grupo de guerrilleros que los trasladaban para entregarlo a la Misión Humanitaria.

Alan Jara aseguró que en esa ocasión los guerrilleros lo defendieron cuando él no sabía de qué balas protegerse.

Luego el presidente Colombiano, acusó a dos periodistas que participaron de la cobertura de la primera liberación, de ser "cómplices del terrorismo".

Con esa afirmación se ganó el repudio de organizaciones de periodistas e incluso de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) que expresó "su profunda preocupación" por las acusaciones.

Los periodistas señalados por el Gobierno de Colombia son Jorge Enrique Botero, quien formó parte de la Misión Humanitaria y denunció hostigamiento militar durante el operativo, y Hollman Morris, colaborador de Telesur y corresponsal de Radio France Internacional.(PÚLSAR/Telesur/RFI)

rt
05/02/2009