Luego de que este miércoles fracasó la mesa de diálogo entre el sector educativo y el Ejecutivo chileno, los estudiantes intentaron movilizarse en forma pacífica por el centro de la ciudad de Santiago.

El recorrido de los manifestantes no había sido autorizado por la Intendencia local. Por estos motivos, la policía militarizada de Chile reprimió a los jóvenes con bombas de gas lacrimógeno y carros lanza agua.

La represión se produjo a los 10 minutos de comenzada la marcha. Hubo 132 detenidos y 30 heridos entre policías y civiles. Los hechos represivos se prolongaron durante varias horas.

Por su parte, la intendenta de la ciudad chilena de Santiago, Cecilia Pérez, responsabilizó a los estudiantes movilizados por los hechos. Justificó la represión policial con un decreto firmado por el ex dictador Augusto Pinochet, que sigue vigente.

Tras los incidentes, el sector educativo y miembros de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile rechazaron la represión. Asimismo, convocaron a un paro nacional para el próximo 19 de octubre.

En ese sentido, la vocera de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Camila Vallejo, aseguró que continuarán las movilizaciones populares en defensa de la educación gratuita y en contra del lucro en la enseñanza.

Sin embargo, la líder universitaria destacó que la lucha estudiantil "no es solamente de este año, tiene que proyectarse". También sostuvo que los estudiantes "no pueden estar 3 años en paro".

Con respecto a la represión sufrida por el estudiantado chileno, Vallejo denunció que la Intendencia de Santiago "violó la libertad constitucional" al no permitir una reunión en un espacio público. (PÚLSAR)