El inició de la conversación sirvió para que Mauricio Beltrán, de SIPAZ-Colombia, informe que en ese país ya son cerca de 800 las radios comunitarias.

Reconoció la labor de estas emisoras en la generación de un espacio de comunicación que se vuelve un elemento integrador en el contexto nacional.

Beltrán reconoció el papel de las radios comunitarias en situaciones de miedo y silencio que se dan en los sectores colombianos más golpeados por la violencia.

Por otra parte, Argentina Olivas, del Colectivo de Mujeres de Matagalpa y de la Red de Mujeres de AMARC ALC, hizo un recuento de las últimas acciones hostiles del gobierno nicaragüense hacia el movimiento feminista.

En este sentido, Olivas afirmó la responsabilidad de los medios de comunicación comunitaria para sostener su posición crítica y constructiva de la realidad. Indicó que está practica debe ser efectiva incluso con gobiernos que pueden considerarse expresiones de izquierda.

Por último, Óscar Pérez, de la Fundación Comunicándonos y AMARC-El Salvador, situó los dos retos principales de las radios salvadoreñas las consecución de una ley que favorezca el acceso equitativo a las frecuencias radioeléctricas y la ley de acceso a la información pública.

“Ahora tenemos una sola frecuencia a nivel nacional que es compartida por 25 radios, pero es insuficiente y no abastece las necesidades de nuevas radios que tratan de surgir”, relató el comunicador.

“En El Salvador somos todavía un país de hijos de la guerra, de medio vivos y medio muertos, donde todavía no se conoce la realidad de lo que sucedió”, explicó Pérez.(PÚLSAR)

Amalia Jiménez Galán/AMARC Guatemala/al
11/10/2008




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