Explicaron que una movilización campesina fue emboscada por sicarios que dejaron un tendal de muertos y heridos, y responsabilizaron de ese genocidio al prefecto de Pando, Leopoldo Fernández.

Desde el Ministerio de Gobierno boliviano, se informó que la masacre dejó un saldo preliminar de al menos 15 muertos ya identificados, 37 heridos por impactos de bala y 106 desaparecidos.

Los sobrevivientes explicaron que hay muchos familiares de víctimas, que no podían acceder al lugar de la masacre para buscar los cuerpos de sus parientes, porque allí seguían los paramilitares.

Rodrigo Medina Alipaz, uno de los sobrevivientes detalló que "A una señora con su hijito de cinco años la tomaron del cabello, y cuando ella pedía que no la maten le plantaron con un revolver en la cabeza. El niño lloraba y al niño lo cogieron y le plantaron un tiro y lo mataron".

Por su parte, el fiscal general de Bolivia, Mario Uribe, enjuiciará al prefecto del departamento de Pando, Leopoldo Fernández, por genocidio.

Mientras tanto, el Gobierno boliviano, continúa las reuniones con dirigentes de la oposición, en busca de concretar un acuerdo nacional.(PÚLSAR/ABI)