La Organización de las Naciones Unidas decidió aceptar el pedido de Bolivia de que se respete la milenaria tradición del mascado de la hoja de coca en el territorio de dicho país altiplánico.
De esta manera, Bolivia logró su objetivo de ser readmitida en la Convención de Naciones Unidas sobre Estupefacientes. A mediados del 2011, el gobierno de Evo Morales decidió que Bolivia abandonara la Convención antidroga debido a que en su artículo 49 veta el mascado de hoja de coca.
Sin embargo, meses después el presidente boliviano Evo Morales envió una carta a la ONU, solicitando la readmisión de Bolivia a la Convención, pero con la condición de que se permita el mascado de hojas de coca en el país.
El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linero, resaltó la campaña internacional que realizó el presidente Evo Morales en defensa de la milenaria hoja de coca.
El artículo 49 de la Convención de Naciones Unidas sobre Estupefacientes prohibía el mascado de la hoja de coca bajo el argumento de que dicha planta contiene los alcaloides que se utilizan para fabricar la cocaína.
La readmisión de Bolivia a la Convención significa que la ONU está planteando una excepción sobre la situación del mascado de hoja de coca, ya permitirán que se realice solamente dentro del territorio de Bolivia.
El mascado es una práctica ancestral conocida en Bolivia como “acullico” y en Perú como “chacchado”, y tiene un uso ritual y medicinal por parte de millones de campesinos e indígenas de los países andinos.
Diversas organizaciones de productores de hoja de coca de Bolivia anunciaron que el próximo lunes 14 realizarán diversas manifestaciones para celebrar la despenalización de la hoja de coca por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU). (PULSAR)