Estas son algunas de las conclusiones de la décima asamblea de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) que tiene lugar en La Plata, Argentina.

Orita Plata, de la Radio Wiñajata, de Bolivia, destacó el rol de los gobiernos en el acceso a frecuencias como también la oportunidad de exponer demandas en el encuentro mundial.

Para la radialista altiplánica, la asamblea mundial permite fortalecer las experiencias de hacer radio en sus países.

Esta idea la comparte Belen Itza, de Radio Vilar de Voz, en Uruguay, quien rescata la experiencia política y la oportunidad de visualizar el movimiento de emisoras ciudadanas.

Joao Paulo Maleva, representante de AMARC Brasil, recalcó el importante momento político que se vive en su país para organizar la red de radios e integrarse de manera más plena a la red latinoamericana.

En tanto, Gustavo Vázquez, de Radio Santa Lucía de Paraguay, calificó a AMARC 10 como una experiencia desafiante para incentivar el trabajo con la comunidad y el desarrollo de estrategias de comunicación.

A juicio del comunicador paraguayo las radios comunitarias tienen un rol alterativo de los procesos sociales.

Por su parte, Maria Guadalupe González, de Radio Fe y Alegría de Venezuela, se hizo eco de las declaraciones del Relator de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Libertad de Expresión, Frank La Rue.

El Relator valoró durante AMARC 10 a la radio como un espacio de diversidad y ejercicio de la democracia.

Asimismo, la radialista venezolana destacó el rol de la radio para superar la exclusión a partir de la diversidad de voces que existen en las comunidades.

La cita en La Plata incluyó 6 días, más de 400 radialistas de 100 países distintos, experiencias, seminarios, talleres y actividades.

Relevar el derecho a la comunicación, el rol de mujeres,  los pueblos indígenas, los grupos excluidos de los medios de comunicación y la incidencia de radios comunitarias fueron los ejes centrales de este evento internacional.(PÚLSAR)