La Conferencia sobre Cambio Climático fue planteada con el objetivo de llegar a un nuevo acuerdo que reemplace el Protocolo de Kioto, que caduca en 2012.

Este acuerdo debería establecer límites a la emisión de los seis gases que causan el calentamiento global.

Sin embargo, después de la reunión preparatoria realizada en noviembre en Barcelona las expectativas se limitan a algunos acuerdos políticos para frenar el cambio climático.

El Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC), Yvo de Boer, reconoció que "estaría feliz si en Copenhague se llega a un pronunciamiento sobre reducción de la emisión de gases y los modos de financiamiento".

Además, señaló que "la gran lección del Protocolo de Kioto" es que la delegación oficial de Estados Unidos debe estar en estrecha relación con el Senado. Ello se debe a que dicho Protocolo fue rechazado por el Poder Legislativo norteamericano.

En Barcelona los desacuerdos también se centraron en las demandas de América Latina, África y China, que no fueron aceptadas por Estados Unidos y la Unión Europea.

El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, confirmó recientemente su presencia en la Conferencia de Copenhague.

Según la Casa Blanca, su propuesta será establecer porcentajes de reducción de la emisión de gases con respecto a 2005 y no a 1990 cuando el promedio era más bajo.

Desde mañana estas discusiones se multiplicarán en innumerables charlas, debates y actividades culturales realizadas en el marco de la Conferencia oficial y de espacios convocados por organizaciones de la sociedad civil. (PÚLSAR)

Paula Castello (desde Copenhague)
07/12/2009

Haga click aquí para acceder a más notas de esta Cobertura