Organizaciones campesinas y nacionalidades indígenas de Colombia, Perú, Bolivia, Chile, Guatemala, Argentina y Ecuador exigieron que el "agua sea considerada un derecho fundamental para la vida".

El encuentro rechazó los tratados de libre comercio en sus diferentes formas que imponen modelos de desarrollo ajenos a la realidad de la región, al tiempo que criticó las iniciativas de integración regional sostenidas sólo en el mercado.

La declaración final afirma que "distintos gobiernos neoliberales han concesionado sin respetar territorios ancestrales millones de hectáreas para explotación minera o petrolera".

Además, sentencia que "se han afectado cientos de ríos para construcción privada de hidroeléctricas y se han privatizado servicios básicos".

El encuentro concluyó que "a nombre del desarrollo" se implantaron "modelos ajenos impuestos por las multinacionales cuya pretensión es apropiarse de los bienes nacionales y concentrar riqueza".

El encuentro fue organizado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, Confederación de los Pueblos de Nacionalidad Kichua del Ecuador y la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas.(PÚLSAR)