La coordinación estuvo a cargo de Patricia Peña, integrante del Colectivo Conexión Social y de Radio Tierra de Chile, Dafne Sabanes Plou, Coordinadora del Programa de género para Latinoamérica de la Asociación para el progreso de las comunicaciones (APC) y Kemly Camacho, integrante de la Cooperativa Sulá Batsú de Costa Rica.

El análisis comenzó por consideraciones acerca de la "brecha digital de género", es decir, las posibilidades de acceso, las políticas y financiamiento para el desarrollo de las nuevas tecnologías en cada país, las brechas económicas, políticas y sociales que condicionan históricamente a las mujeres.

"Al hablar de brecha digital tenemos que pensar en la infraestructura tecnológica y el desarrollo socioeconómico, los roles y relaciones de género social y culturalmente construidos, las cuestiones culturales que imponen relaciones de género que subordinan a las mujeres", puntualizó Dafne Sabanes Plou.

Desde APC el trabajo en relación a las mujeres y las nuevas tecnologías atiende a "la posibilidad y habilidad de acceso tanto a las tecnologías como a los contenidos y la capacidad de utilizarlas estratégicamente, con una intencionalidad política o de derechos, para la acción ciudadana".

En el mismo sentido, la cooperativa de profesionales Sulá Batsú estudia y analiza los usos de las nuevas tecnologías para desarrollar usos estratégicos.

"La cuestión de género en las TICs no puede quedarse solamente en estudiar si hay o no acceso a las tecnologías. Es fundamental incorporar la perspectiva acerca de contenidos y de qué están haciendo las mujeres en relación a las tecnologías ya que tienen cada vez más acceso, incluso, en algunos casos, mayor que los hombres. Por eso -según Kemly Camacho- el análisis de género tiene que ir afinándose cada vez más".

El comercio sexual es uno de los efectos no deseados de Internet más preocupantes. Dafne Sabanes Plou se refirió a este punto: "las nuevas innovaciones técnicas facilitan la explotación sexual. Se estima que 10% de las ventas en Internet están relacionadas con comercio sexual, ya sea que se trate de libros, videos, pornografía, entrevistas en línea y otros". Este punto abre la pregunta y el debate acerca de cómo "controlar" los contenidos que circulan en Internet.

En este sentido, desde Sulá Batsú se están desarrollando dos investigaciones en profundidad con análisis cualitativo para entender las dinámicas de transformación. La primera acerca de la transformación que producen las nuevas tecnologías en adolescentes, la segunda estudia dónde están las mujeres profesionales en relación a las TICs.

Kemly Camacho relató algunas conclusiones del segundo estudio, que puso de relieve que "las mujeres no están teniendo posibilidades de acceder al sector de empresas de producción y desarrollo de software a pesar de que 60% de las personas que se gradúan en universidades públicas son mujeres -el 40% en carreras del área de tecnología- que comienzan a invisibilizarse en el mercado laboral, donde 90% son hombres y ocupan cargos de más alto perfil con remuneraciones más altas a pesar de tener los mismos títulos".

Uno de los principales desafíos en este marco es que las mujeres podamos participar en los programas de desarrollo de TICs.

APC destaca como campos de acción fundamentales crear conciencia sobre la importancia de intervenir en la creación, formulación y puesta en marcha de políticas de TICs, sensibilizar sobre cuestiones de género y aportar desde la reflexión e investigación: en tres temas estratégicos: trata y TICs, violencia hacia las mujeres y TICs y reducción de pobreza.(PULSAR)