Cuotas de género en México, ¿balance positivo?

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Cristal de Roca

* Claroscuros

Por Cecilia Lavalle*

Imagine que en una reunión se pregunta: ¿A qué hora debe pasar el camión de la basura? O, con un presupuesto muy limitado, ¿construimos una cancha de futbol o invertimos en la iluminación de un par de calles? ¿Cuál supone sería la respuesta si solo hombres decidieran?

La presencia de las mujeres en espacios de toma de decisión no solo es un derecho, tiene implicaciones prácticas. Esto es particularmente cierto en los espacios municipales, también llamados gobiernos locales, porque ahí se toman decisiones que afectan de manera inmediata a la ciudadanía.

Por eso mujeres de medio mundo hemos impulsado las cuotas de género -las europeas comenzaron en la década de 1970- y ahora las impulsan en los consejos administrativos de las empresas, convencidas de que tenemos que estar a la par en espacios donde se toman decisiones económicas.

En América Latina, desde la década de 1990, trabajamos por lograr que las mujeres ocupen la mitad de los espacios de representación popular.

Hace unos días concluyó la jornada electoral de estado de Quintana Roo, al sureste de México, y una mejor (que no adecuada) aplicación de la ley de cuotas de género permitió más mujeres que nunca en algunos gobiernos locales.

En las planillas para los 10 ayuntamientos que tiene el estado, todos los partidos y la coalición cumplieron a capricho con la cuota de género. Es decir, en algunas planillas sí y en otras no. Pero a diferencia de otros procesos, y salvo contadas excepciones, todos postularon arriba de 35% de mujeres.

No obstante, el sitio en el las postularon habla mucho del compromiso de los partidos con la paridad.

A la presidencia municipal postularon un total de 11 mujeres (18%) y 51 hombres (82%). A la sindicatura, 12 mujeres (19%) y 50 hombres (81%). Y a la primera regiduría, 23 mujeres (37%) y 39 hombres (63%).

Esto trajo como consecuencia claroscuros. Avances en lo general y algunos retrocesos en lo particular. Llegarán a los gobiernos locales un total de 47 mujeres (37%), cinco puntos porcentuales más que en 2010.

Pero, como pocos postularon mujeres en los primeros lugares de las planillas, una vez asignadas las plurinominales (sillas destinadas a los partidos que obtuvieron menos votación), la paridad es la excepción.

Las buenas noticias: gobernarán más mujeres en 6 de los 10 ayuntamientos; dos de ellos rurales y con fuerte presencia indígena (Lázaro Cárdenas y José María Morelos), y cuatro turísticos (Isla Mujeres; Benito Juárez, donde se ubica Cancún y la mayoría poblacional del estado; Solidaridad y Tulum, donde se encuentra la Riviera Maya).

De estos, en tres por primera vez se gobernará en paridad: Benito Juárez (47%), José María Morelos y Tulum (45%). Estos últimos nunca han registrado tal número de mujeres en su gobierno.

Además de estos tres, en cuatro más las mujeres representarán poco más de la tercera parte de su ayuntamiento, que de acuerdo con la teoría, les da el número suficiente para poder influir en las decisiones.

Las malas noticias están en Cozumel, que presenta la disminución más drástica en presencia de mujeres. Pasó de 45% en 2010 a 27% en 2013.

Las malas noticias también se encuentran en que no llega ninguna mujer a la presidencia municipal ni a la sindicatura. El partido ganador (Partido Revolucionario Institucional) colocó a todas las mujeres a partir de la primera regiduría.

Como se aprecia hay claroscuros. El balance, en términos generales es positivo, pero muestra con claridad el trecho que falta por recorrer para alcanzar y normalizar la paridad. (CIMAC NOTICIAS)

 

*Periodista y feminista en Quintana Roo, México, e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.


aromina.garcia

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