Derechos humanos en México ante el escrutinio internacional

EPU México 2013

 

Por Lucía Lagunes Huerta*

En breve, México nuevamente estará sujeto al escrutinio internacional; esta vez desde el respeto, protección y promoción de los Derechos Humanos, a través del Examen Periódico Universal, mejor conocido como EPU, mecanismo que desde 2007 busca mejorar la situación humanitaria en los países miembros de la ONU.

Las organizaciones civiles darán la versión alterna al dicho de las autoridades mexicanas. Tres temas fundamentales para los Derechos Humanos de las mujeres estarán presentes en esta nueva revisión.

El primero, que incluye dos derechos: los sexuales y los reproductivos de las mexicanas, quienes aún no cuentan con el acceso a todos los métodos anticonceptivos, mucho menos a la interrupción legal del embarazo.

Las jóvenes enfrentan obstáculos constantes. Recordemos que en los últimos 12 años, en México los programas y políticas públicas para atender a la población adolescente fueron prácticamente inexistentes, por lo que las tasas de embarazos tempranos se incrementaron.

La persecución y criminalización de las mujeres por aborto, inducidos o no, es otra de las constantes que caracterizan no sólo dos sexenios conservadores, sino que se extiende hasta nuestros días. Ahí están Hilda o Adriana, presas en los estados de San Luis Potosí y Guerrero, respectivamente.

Datos del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) documentan la detención y criminalización de las mujeres por aborto. Hasta ahora la cuenta de la ignominia refleja 171 consignaciones, 151 procesos penales y 127 sentencias.

Dos sexenios derechistas que fortalecieron la consigna de “los hijos que Dios mande” con la ausencia de campañas informativas y desabasto de anticonceptivos, forman parte de la evidencia que las organizaciones llevan al ámbito internacional.

El segundo tema que muestra la ausencia de respeto, protección y promoción de los Derechos Humanos de las mujeres es el feminicidio: la violencia extrema de odio que arranca la vida de por lo menos seis mujeres cada día en nuestro país, de acuerdo con datos de ONU-Mujeres.

Pese a la creación de instancias especiales o pseudo especializadas, esta violencia extrema no se detiene y por el contrario se incrementa. Solo en 2010 ONU-Mujeres tiene registrados 2 mil 332 casos de feminicidio, y en el lustro de 2005 a 2010, 9 mil 385 mujeres han sido asesinadas ante la parsimonia desesperante de las autoridades.

La permanencia de estereotipos en los juicios y en los juzgadores sigue siendo una cotidianidad. Por ello tenemos casos como el de Clara Tapia en el Distrito Federal, las ignominias de los Góngoras o los Montiel, donde la doble moral, el poder y el tráfico de influencias quedan al descubierto de manera vergonzosa por las cadenas de corrupción que conllevan y de las cuales el Estado mexicano debe hacerse cargo.

En este Examen Universal de Derechos Humanos al que se someterá en octubre próximo a nuestro país, no falta, por supuesto, el tercer tema: los atentados a la libertad de expresión y la violencia contra las mujeres periodistas.

Violencia que se ha incrementado en 300 por ciento desde 2002 hasta nuestros días, de acuerdo con el informe pionero realizado por CIMAC sobre violencia contra mujeres periodistas. (CIMAC NOTICIAS)

*Directora general de CIMAC.


aromina.garcia

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